La Torre de Control del Aeropuerto Militar de El Rompedizo (1937-1940) se encuentra en la Base Aérea de Málaga. Edificio hoy se mantiene de modo representativo, dado que perdió su condición de Torre de Control y Centro de Mando para el aeródromo militar de El Rompedizo.
Su superficie construida es de 384.92 metros cuadrados, que se reparten en 3 planta sobre rasante y una bajo rasante (semiplanta).
La torre se sitúa en el extremo Sur del frente de hangares, orientada al campo de vuelo, donde su situación permitía divisar la totalidad del aeródromo y a la vez servía de referencia a los pilotos que aterrizaban y estacionaban frente a ella, y a la vez su terraza servia para que el vigía realizara las señales operativas para el aterrizaje.
El volumen del edificio se compone de cuatro prismas secantes entre sí que formalizan una imaginaria escalera (caras Norte, Este y Oeste) que asciende hasta el punto de observación que mira al campo de vuelo. Gracias al desnivel del terreno, el edificio se completa con una semiplanta en la que se apoya, de forma semicircular a modo de proa, forma que contrasta con el conjunto del resto de piezas del edificio.
En esta Torre se agrupaban todos los servicios de vuelo: la tercera planta servia de puesto de observación, formado por un pequeño espacio cúbico con visión por sus cuatro laterales y rodeado de una terraza para uso del vigía. Las plantas restantes acogieron los servicios de información meteorológica, autorizaciones de vuelo y comunicaciones, y una pequeña salita donde se atendían los vuelos comerciales, antes de la construcción de la terminal civil, también de Gutiérrez Soto, finalizada en 1948. Desde la terraza situada sobre la planta semienterrada se accedía al campo de vuelos por dos escaleras laterales, mientras los pasajeros esperaban la llegada de los aparatos en un porche cubierto junto al edificio. (Gantes, s.a.)
Gutiérrez Soto, demostrando su conocimiento del lenguaje arquitectónico y de las necesidades funcionales y simbólicas, se acoge a una sobria y elegante forma racionalista pero dándole su propio sello: El arco, la reja, la celosía, procedentes de la arquitectura vernácula se mezclan con los cubos simplificados, maclados entre sí y la expresionista curva de la base, que ascienden en una lógica formación geométrica que, vista desde su cara Noreste, simplifica la esencia de la arquitectura mediterránea en la metáfora visual de un minarete.
La imagen de Gutiérrez Soto como arquitecto es bien conocida, pero lo es menos la de ingeniero militar. Antes de llegar a Málaga, cuando estalla la Guerra Civil, Gutiérrez Soto pasa unos meses escondido en Torrelodones (desde el 18 de julio de 1936 al 15 de agosto de 1936) hasta que logra entrar en la Embajada de Méjico en Madrid, desde donde se le evacua a Francia el 15 de abril de 1937. Desde allí pasa a la Zona Nacional el 18 de abril de 1937, e ingresa en el Arma de Aviación como Teniente Honorario al Servicio de la Infraestructura de la Jefatura del Aire de Salamanca, realizando diseños para aeropuertos militares y bases. Perteneció al partido de la CEDA y tras la guerra, se adscribe al Movimiento y se afilia a Falange Tradicionalista y de las JONS. Posteriormente asciende a Capitán Honorario (1938) y a Capitán de la Escala de Complemento de Ingenieros Aeronáuticos en 1941, graduación con la que se retira el 30 de abril de 1955.
Durante la campaña y en la posguerra, se dedica a la redacción de proyectos para aeropuertos y bases militares: Talavera, Extremadura, Jerez donde también está documentado su trabajo civil en esta ciudad: un chalet racionalista para la familia González Gordón (1964), dos proyectos para la condesa de Garvey, y un hotel en el recinto del Alcázar (1958) que no llega a realizarse (Aroca, 2000, pp. 433-436). Sevilla para el proyecto del Aeropuerto de San Pablo de Sevilla, aeródromos de Tablada (Sevilla) y “Capitán Haya” (La Parra) de Jerez de la Frontera. En 1937 en los aeródromos de Palma de Mallorca, Son San Juan y Pollensa coincidiendo que entre 1939 y 1945 construye en Palma el Palau March, junto al arquitecto Guillermo Forteza; en enero de 1939 se encuentra en Málaga realizando los presupuestos para el Aeropuerto civil de Málaga cuyo proyecto también partió de sus manos sin olvidar los proyectos de 1938 para el Mercado de Mayoristas de esta ciudad. También realiza las obras en el Aeródromo de Matacán (Salamanca), y a la vez diseña el Mercado de Abastos de San Juan de esa ciudad (González Fraile, 1998); en Cádiz la Base de Hidros, y en 1951 realiza un traslado a Tánger y otros puntos de África para ocuparse de las obras que tiene a su cargo. (AHEA “Expediente Comandante Luis Gutiérrez Soto”, Portela, 2002, pp. 333-372 y nota 27, y Pardo, 2006, pp.11-16).
Tras la creación de la Escuela de Especialistas, Tripulantes y Observadores en Málaga (ya en funcionamiento en 1937), se comienza con la construcción de la base, trabajo del que se encarga el Ingeniero de Montes y Oficial Provisional de Zapadores D. José María Sanz-Pastor y Fernández de Pierola. En julio de 1937 es destinado al Servicio de Infraestructuras del Aeródromo Dávila (Granada) como alférez, dirigiendo las obras de explanación de campos, caminos, electricidad y otras obras necesarias en los aeródromos de Córdoba, Granada y Málaga hasta el 8 de abril de 1938. (AHEA “Expediente: José María Sanz Pastor Fernández de Pierola”).
En estos inicios, los prisioneros de guerra serán una mano de obra barata para realizar un primer acondicionamiento, en tanto que el Servicio de Obras de la Región Aérea del Estrecho pone en marcha los proyectos para la Base (Fuente, 1986, p. 106). Se aprovechará como mano de obra los prisioneros de los campos cercanos, conocidos como los “esclavos de Franco”. En el caso de las obras para el Aeropuerto de Málaga, las realizaron los prisioneros del Campo de Concentración y trabajo “Cuartel de la Aurora”; un total de 680 presos del Batallón n. 103 (Martínez y Gutiérrez, 2007).
En el expediente personal militar de Gutiérrez Soto aparece que el Batallón de Trabajadores n. 103 “afecto a Aviación” se encuentran (el 4 de noviembre de 1939) realizando diversos trabajos en el Aeródromo de Málaga, en los cuales invertirá unos tres meses.
El 9 de febrero de 1938 se inaugura el aeródromo, y según el Diario Sur todas las instalaciones (Hidalgo del Valle, 2006). Hasta ahora todos los autores consultados han dado por buena esta fecha, sin embargo esto no fue así.
En opinión de expertos en el tema la torre se comenzaría a construir después de la inauguración de la Escuela de Especialistas, Tripulantes y Observadores en Málaga. D. Juan Arraez Cerdá, escritor e historiador aeronáutico y militar y D. Juan Manuel González, ingeniero aeronáutico y antiguo Capitán destinado en la Base Aérea de El Rompedizo (1968 al 1972) opinan que en el sitio del El Rompedizo empezaron a entrenarse ya durante la guerra, tripulantes y observadores del ejercito nacionalista. Durante ese periodo se utilizarían instalaciones de campaña (algún barracón, manga de viento, torre de control provisional sobre plataforma de observación y simple enlace de radio y gonio todo lo mas). No tendría sentido hacer otras instalaciones fijas gastando tiempo y recursos que eran escasos en tiempo de conflicto y menos una torre como la actual en toda regla. Fue ya terminada la guerra cuando se oficializa la Escuela de Observadores de Málaga como una Base permanente del recién creado Ejército del Aire, y comenzarían estas obras definitivas.
Fotografías inéditas tomadas por D. José María Sanz-Pastor y Fernández de Pierola y fechadas entre julio de 1937 y abril de 1938, sirven para datar el inicio de las obras. Muestran su desarrollo y una estructura provisional situada casi en el mismo lugar que la Torre de Mando de menor tamaño y forma que esta. En fotografías aéreas del Ejército del aire fechadas el 24 de enero de 1939 sigue sin estar construida.
Por documentos del Archivo Histórico del Aire sabemos que las obras de la plataforma comienzan el 20 de junio de 1939, y en abril de 1940 se aprueba el proyecto y se libra crédito para “al sótano bajo la terraza”. Todo esto permite concluir que Gutiérrez Soto realiza los proyectos para el Aeródromo de El Rompedizo y su Torre de Control hacia 1938 y las obras se desarrollan entre junio de 1939 y julio de1940.
Actualmente existe un Anteproyecto de adaptación y rehabilitación de la Torre de Control de la Base Aérea de Málaga promovida por la Asociación de Veteranos del Ejército del Aire “Gurripatos de Málaga”, y realizado por el arquitecto D. Raúl Gantes Rodríguez. El objeto del anteproyecto es proponer a la autoridad del Ejercito del Aire competente la autorización para la realización de un proyecto de restauración arquitectónica y de rehabilitación de la antigua Torre de Control de la Base Aérea de Málaga para darle un destino cultural, posiblemente un museo-centro de interpretación.
IHS