Debido a la difícil situación económica por la que estaba pasando Málaga, el Estado decide la creación de esta empresa en 1957. Se trata de una de las principales industrias de toda Europa, pieza clave en el proyecto de descentralización del país, que en esos momentos buscaba un reequilibrio de los distintos territorios.
Este proyecto urbanístico se componía de un conjunto fabril y construcciones complementarias que debía cubrir las necesidades de los obreros, así como un conjunto de viviendas.
La inauguración tuvo lugar el 8 de febrero de 1963. El periodo constructivo de la fábrica finalizó dicho año, habiendo comenzado en 1959. Se realizó en cuatro fases distintas. La primera de ellas concluyó en 1961, con anteproyecto de 1958 del ingeniero de caminos Manuel María Valdés en colaboración con el arquitecto Ramón Vázquez Molezún. El concepto se desarrollaría en un eje simétrico central marcado por el acceso norte y una nave en el sur, y otras dos mayores a ambos lados. En este momento se levanta una nave de hiladura de algodón y taller. Según Sebastián del Pino Cabello se trata de uno de los primeros edificios construidos en España completamente hermético «negando todo contacto con el exterior y solucionando toda cuestión relativa a la climatización». El proceso, bajo la supervisión del Instituto Nacional de Industria (INI), se realiza mediante cerchas de hormigón armado prefabricadas.
En la siguiente fase se realiza la ampliación de las oficinas y administración con proyecto del arquitecto Francisco Bellosillo. En este caso se presentan volúmenes más altos en dos plantas. Se hace uso del ladrillo visto amarillo y el hormigón en bruto para los parasoles. En el norte se dispone un muro cortina de cristal que ocupa tres alturas. El diseño abarcó detalles internos como los muebles o barandillas.
La tercera se desarrolla en 1962, se trata de una nave para tejidos del ingeniero Carlos Fernández Casado. La empresa encargada sería Huarte y Cía, siendo el promotor la Compañía Auxiliar de la Industria (AUXINI); un espacio longitudinal cubierto por vigas trianguladas de hormigón armado prefabricadas y continuas.
En 1963 se realiza la última construcción, una nave para acabados por parte de la empresa Agromán. Es el único espacio que se ha salvado de la demolición total del conjunto fabril. Se trata de un espacio diáfano sustentado en pilares de hormigón con forma de «Y» sobre el que se apoya una cubrición en forma dentada que permite la apertura de amplios lucernarios.
El grupo de viviendas se diferencia en su morfología; las de los obreros son de tipo plurifamiliar y ubicadas en bloques, las de los directivos son unifamiliares adosadas. Esta barriada sigue conociéndose como INTELHORCE.