Este edificio fue uno de los dos primeros de la ampliación del Campus de Teatinos -cuyo diseño elaboró el arquitecto Ángel Asenjo-, y acoge a los diferentes grados de ingenierías técnicas e industriales de la Universidad de Málaga. En el proyecto se tuvieron en cuenta las singulares necesidades docentes de este centro. Ocupa una parcela desproporcionadamente alargada cuya fachada principal, de 450 mts. de longitud, discurre de forma paralela al boulevard central del nuevo campus, con orientación Sur, factor éste que se ha aprovechado para el diseño de las capacidades microclimáticas y de eficiencia energética del edificio.
La forma excesivamente alargada de la parcela -determinante de la forma del edificio- se ha aprovechado para articular la distribución interior en torno a una gran calle cubierta por una malla que matiza la luz cenital y fachadas laterales totalmente acristaladas que aportan sensación de apertura en un edificio herméticamente cerrado. Una plaza central actúa como rótula entre la zona Este del edificio (destinada a laboratorios y talleres) y la Oeste (destinadas a aularios).
Los elementos estructurales base del edificio son unas grandes vigas metálicas en forma de «U» invertidas dispuestas de forma paralela y que constituyen el armazón del mismo. La dicotomía funcional entre las dos alas del inmueble se traduce también en la disimetría estética con la que se han concebido las fachadas. En ambos casos la volumetría, determinada por bajo y tres plantas de altura, se mantiene uniforme. El ala Este dispone de grandes ventanales apaisados acristalados bien integrados con el homogéneo muro liso. Únicamente rompe esta planitud unas bandas horizontales alineadas con las mencionadas vigas integradas por placas fotovoltáicas, que cumplen así, una doble misión: estética y funcional. El ala Oeste sigue la misma disposición que la Este pero distribuyendo su considerable longitud en sectores mediante el recurso de disponer tres escaleras metálicas de emergencias, dispuestas helicoidalmente en torno a otros tantos pilares tetraédricos de vistosos colores rojo, amarillo y blanco, respectivamente, integrando estos elementos, necesarios por la normativa, en la estética general del edificio.
La distribución de usos en el interior se ha hecho de forma que propicia la comunicación vertical decreciente, concentrando en el bajo los servicios más demandados y arriba los más minoritarios. El gran volumen de este edificio -que logra aparecer como ligero- actúa como protector de un segundo más pequeño que se le adosa por su fachada Norte, protegido de la intensa radiación solar. Su justificación deriva de una crujía que atraviesa transversalmente el edificio en su centro generando dos volúmenes diferenciables por su cromatismo y materiales: el trasero ya mencionado y el delantero, que acoge la portada de acceso al edificio. Dotado de una cimentación especial, acoge a los laboratorios que precisan de instrumental pesado.
La concepción del edificio permite el equilibrio climático y que -al menos en las zonas comunes- no sea necesario el aire acondicionado, indispensable, por ende, en despachos y aulas, pues los vanos acristalados, no son practicables. La abundancia de placas fotovoltáicas en la fachada Sur y la cubierta constituye el segundo factor que permite al inmueble una sostenibilidad energética particularmente adecuada por la especialidad de los estudios que acoge.
FRM