DESCRIPCIÓN:
El Club Náutico de Torre del Mar, con una superficie construida de 1.812 m2 dentro de una parcela de 5.745 m2 con un único inmueble, está distribuido en dos plantas que desarrollan el programa del edificio, distinguiendo usos bien diferenciados: la zona social por un lado, y los cobertizos para embarcaciones por otro.
Con una planta asimétrica, el cuerpo del edificio en alzado se organiza a partir del crecimiento conjunto de varias circunferencias macladas y formas poligonales de diferentes tamaños; se produce con esto un efecto volumétrico de elementos superpuestos, conectados y asimétricos, aunque entre los elementos circulares se marque cierta centralidad.
El diseño del edificio en sus dos fachadas busca una dualidad fisonómica, contrapuestas y de diferente planteamiento: más permeable y ligera en su fachada sur al mar, con grandes planchas de hormigón en las que se impone la forma curva, el blanco del paramento de los grandes voladizos de las terrazas, y una marcada horizontalidad gracias a las líneas de imposta que delimitan los vacíos de las terrazas voladas y las zonas acristaladas. Es en esta fachada donde se ha visto un claro acercamiento a la arquitectura de Frank Lloyd Wright y es cierto que no deja de recordar, a menor escala, obras como el museo Guggenheim de Nueva York.
La línea que delimitan las barandillas metálicas, las trazas onduladas, la torre cilíndrica que aparece desde la fachada sur como chimenea arquitectónica, y algunos detalles del edificio como la torreta-faro que corona la terraza, hace que se reconozca la metáfora-barco arquitectónica, tan usada por el racionalismo en los edificios para clubes náuticos, piscinas, cines, etc., al fin, arquitecturas para el ocio. Si se quiere, puede leerse cierta alegoría a esta ciudad costera, donde el mar marca los ritmos del alzado, hacia donde mira el edificio y se abre.
Por el contrario, la fachada al paseo marítimo, más urbana y al norte, se opone con un planteamiento más cerrada y angular, en ladrillo visto rojo y con un destacado cuerpo cilíndrico parcialmente acristalado, que organiza el acceso y distribución. Este cerramiento del muro se aligera gracias a la línea de imposta (paramento blanco) y las ventanas apaisadas que marcan horizontalmente todo el volumen del edificio hasta llegar a la fachada al mar. Por otro lado, este volumen más compacto parece descansar sobre la zona del pabellón para embarcaciones, un solo cuerpo escalonado con el anterior, con desarrollo muy lineal, y que se identifica y separa del bloque principal gracias al tratamiento del paramento enlucido en blanco: zona roja de club, zona blanca de servicio. Vemos como el tratamiento del color, “codifica” claramente la articulación del edificio: espacio marítimo, espacio urbano; espacio principal y espacio de servicio; lo sustentante y lo sustentado, la estructura y el ornamento. La cubierta plana de este módulo del edificio se usa como terraza con vista al mar y a la ciudad. Esa forma más “acorazada”, con torreón incluido, podría levantar lecturas muy subjetivas e interpretaciones sociológicas sobre esta separatista fachada construida por los círculos selectos de la ciudad, y que se cierra al pequeño pueblo marinero, donde los promotores, la élite se encierra para el disfrute.
Otro elemento muy interesante de la fachada al mar son los pilares troncopiramidales invertidos, usados como soporte y articulación de fachada, uniendo función estructural y ornamental. Los que soportan el amplio voladizo curvo de la terraza inferior, con cierta inclinación al interior, configuran una amplia zona descubierta a modo de pórtico, desde donde escaleras circulares nos llevan directamente a la arena. El tratamiento del color en este caso azul cielo, marca una codificación diferente a los otros pilares, grises oscuros, elementos similares a los anteriores, pero que se funden y embuten en la estructura del edificio, marcando el ritmo de vanos y soportando el peso del voladizo curvo superior.
Sobre todo el edificio destaca el faro-torreta acristalado, de forma cónica invertida, construido para ser faro de auxilio de embarcaciones y zona de control.
En el interior del edificio, los código de color y texturas vuelven a aparecer. El bloque cilíndrico externo actuá como caja de escalera de caracol al interior, en el que elk arquitecto hace un uso muy interesante de códigos cromáticos, texturas y durezas de materiales: el color, rojo para el paramento, blanco para el hormigón estructural de la rampa de la escalera; también el enfrentamiento de “lo duro”, con un material como el barro, más blando, frente a “lo blando” de una rampa de escalera que se moldea plásticamente con un material más duro como es el hormigón.
La barandilla de la escalera integra en sus barrotes de hierro la maroma como elemento marítimo. Por su parte el ventanal de vidrio impreso texturizado ámbar, a la vez que crea un efecto decorativo formal y lumínico, proporciona cierto grado de intimidad sin perdida de transmisión lumínica. Esta textura en forma de “culo de vaso” fue muy usada en los años sesenta y setenta.
HISTORIA:
Construido por el arquitecto municipal de Vélez Málaga D. Francisco Estrada Romero en 1967 para la élite de Vélez Málaga y veraneantes, ha tenido un uso social hasta fechas muy recientes, y se ha ido abriendo, poco a poco, a un uso más comunitario.
Desde los años 90 del pasado siglo, el Club Náutico mantiene un contencioso jurídico con la Dirección General de Costas. Este último dictaminó pasar las instalaciones del club privado al dominio público, y derribarlo por encontrarse en la línea marítimo terrestres públicas.
El intento de demolición por parte del Ministerio de Medio Ambiente se paraliza por una moción en Pleno del Ayuntamiento de Vélez Málaga que defiende la obtención del edificio para uso municipal, relacionado con los deportes náuticos, y otros usos: el Ayuntamiento tendría previsto realizar una escuela de vuelo y situar oficinas de la Delegación de Playas.
En el año 2006, una resolución de la Dirección General de Bienes Culturales de la Junta de Andalucía incluye este edificio en el Catálogo General de Patrimonio Histórico Andaluz, y en paralelo, la Dirección General de Costas concede la licencia para su no derribo, sin incluir las instalaciones anexas, la piscina y el almacén.
El Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino tomó posesión del edificio del Club Náutico el 16 de diciembre de 2008, después que la Audiencia Nacional desestimara en julio de 2007 el recurso contencioso administrativo interpuesto por los socios, una vez que el Ministerio denegara su uso privado.
En 2008, El Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico realiza el Registro Andaluz de Arquitectura Contemporánea, catálogo motivado por el Gobierno autonómico para la protección de más de 1000 edificaciones en toda Andalucía; posteriormente han sido incoados 31 expedientes de protección, entre los que se encuentra el del Club Náutico de Torre del Mar.
En octubre de 2010 ha tenido lugar el II Semana de la Arquitectura, organizada por el Colegio Oficial de Arquitectos de Málaga en la ciudad de Torre del Mar. El jueves 7 de octubre tuvo lugar una visita guiada a las instalaciones del Club Náutico, a cargo del arquitecto José Luis Torres García. Los asistentes pudieron acceder a la información del Archivo Estrada, ofrecida por los arquitectos Concha Estrada Carrión y Francisco Estrada Carrión, hijos del proyectista. Entre los documentos expuestos se contó con un anteproyecto, planos y acuarelas, técnica en la que Estrada fue un artista muy reconocido.
IHS