Situado en un emplazamiento privilegiado, a los pies del parque del Morlaco, por el lado sur se abre a un jardín con vistas sobre el mar. Constituye un interesante ejemplo de arquitectura de calidad de comienzos del nuevo siglo. Se trata de un edificio de hormigón blanco, heredero del Movimiento Moderno y organizado mediante juegos de volúmenes irregulares. Aunque en su composición predomina la horizontalidad, resaltada por amplias cristaleras, el elemento más llamativo es un poderoso volumen cúbico, visible en su fachada sur (la que da al jardín) desde los Baños del Carmen, y que en su fachada norte (la del acceso) se inclina para dotar de dinamismo oblicuo a dicha fachada (además de obedecer a motivos funcionales, ya que alberga el graderío ascendente del salón de actos). En esta zona también se juega con el contraste entre el hormigón blanco del cuerpo principal del edificio y el hormigón grisáceo de su elevado basamento. Este desnivel respecto a la calle es salvado por una escalinata, algo incómoda por la excesiva anchura de sus peldaños. En cuanto a su interior, además de la diafanidad proporcionada por las amplias cristaleras, sobresale el tratamiento cálido del revestimiento de madera. En la primera planta, en el citado volumen cúbico, se halla una sala de actos de gran amplitud.
El proyecto ha tenido en cuenta la autosostenibilidad, con una orientación que reduce el gasto energético tanto en climatización como en iluminación. A este respecto, se indica en su página web: “El edificio, construido mediante una estructura de hormigón armado blanco, está orientado sur/norte, de manera que su ventilación en las diferentes estaciones del año obligará a un mínimo gasto energético. El criterio arquitectónico es el de aplicar la autosostenibilidad y la ecología funcional de forma que se puede calificar de Bioclimático, incorporando tecnologías de primera línea. Los sistemas de los que está dotado el edificio incorporan una red de domotización para gestionar sus recursos de confort y funcionales, mediante el diseño de una determinada escena ini-cial que, susceptible de ser reprogramada con diversas opciones diferentes, permite actuar sobre los sistemas de climatización, calidad de aire, protección solar, iluminación, seguridad contra incendios, seguridad al intrusismo y riego de jardines, todo ello de forma completamente automática, y esto no sólo en conexión directa sino que incorpora sistema de mandato en control remoto y a base de mandos a distancia interiores”.
FGG